Si no subimos nada antes, fue porque estuvimos con nuestro padre de la democracia incansablemente día y noche, en su casa, en el Congreso y en el cementerio. El dolor que tenemos los radicales es inmenso, pero esta vez lo compartimos con todo el pueblo argentino. Es difícil escribir algo en estos momentos. Nos llora el corazón... pero no queremos dejar de usar este humilde medio para agradecerle al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín todo lo que nos dio a nosotros como pueblo argentino.
Le queremos agradecer por luchar sin ningún interés personal por los Derechos Humanos en el momento más difícil para hacerlo. Por ser co-fundador de la APDH, por firmar los habeas corpus que nadie se animaba a firmar en los momentos más críticos. Por oponerse a la absurda guerra de Malvinas cuando el fervor popular apuntaba para el lado opuesto. Por ser el primer Presidente de la democracia, legitimado por el 52% de la población. Por dedicar su gobierno para fortalecer las instituciones democráticas y por hacernos entender que la democracia es el medio para lograr la igualdad de oportunidades, para romper las desigualdades sociales, para el desarrollo cultural de los hombres. Hoy más que nunca estamos convencidos que CON LA DEMOCRACIA SE COME, SE CURA Y SE EDUCA. Sin un gobierno que garantice las libertades individuales, no hay forma de llegar a tales objetivos. Eso nos lo enseñó ALFONSIN, en concordancia con los otros líderes y próceres radicales.
Le queremos agradecer por el juicio a las juntas. Por hacer lo que nadie hizo en ningún lugar del mundo, en ningún momento de la historia. Por hacer lo que nadie hubiera hecho. Juzgó a los responsables de un genocidio, a los asesinos que usaban la estructura estatal como herramienta de persecución. Y lo hizo cuando estos genocidas estaban en funciones, con la sangre aún joven y con sus cuerpos erguidos. Eso señores es, hablando mal y pronto, TENER HUEVOS, es remarcar que el fin del Estado es personalista, que debe proteger a la persona y garantizar sus libertades sin importar color político. El y nuestro partido lo entendieron así. Cuando otros partidos populares agarraban las armas, él (como Illia) agarró la constitución.
También le vamos a agradecer su lucha por revalorizar la educación durante su gestión presidencial. Por reabrir las facultades para el pueblo, por reivindicar los principios reformistas. Por el alto presupuesto a la educación, entendiendo que este medio es la única manera de cortar con la cadena de pobreza, como él nos enseñó.
Por su lucha contra los grandes monopolios, la Unión Industrial, los sindicatos, la Sociedad Rural y la oposición desleal, que no entendieron, o no quisieron entender los fines de su gobierno. Por evitar, pese al FMI y los sectores de ultra derecha, que se instalara en nuestro país un sistema que luego comprendimos mejor que nadie que para lo único que servía era para concentrar poder económico en unos pocos y llevar a la miseria a muchos.
Gracias por bancar 3 levantamientos carapintadas y por hacer todo por conservar la democracia. Por poner la cara frente a hombres de armas, sin otra arma que la Constitución.
Creo que si nos ponemos a agradecerle, nunca terminaríamos. Raúl fue un gran político y un gran hombre. Simplemente un buen tipo. Todos coinciden en eso: un buen tipo, común a primera vista, pero diferente en su formación, capacidad, buenas ideas y coraje. Un buen tipo que fue un gran Presidente.
RAUL: nosotros como jóvenes que somos seguiremos tu sendero. Vamos a lograr la igualdad de oportunidades, vamos a romper con la desigualdad y vamos a conservar la democracia que nos dejaste. La vamos a terminar de perfeccionar como vos querías.
GRACIAS ALFONSIN, SIEMPRE SERAS NUESTRA BANDERA.
Le queremos agradecer por luchar sin ningún interés personal por los Derechos Humanos en el momento más difícil para hacerlo. Por ser co-fundador de la APDH, por firmar los habeas corpus que nadie se animaba a firmar en los momentos más críticos. Por oponerse a la absurda guerra de Malvinas cuando el fervor popular apuntaba para el lado opuesto. Por ser el primer Presidente de la democracia, legitimado por el 52% de la población. Por dedicar su gobierno para fortalecer las instituciones democráticas y por hacernos entender que la democracia es el medio para lograr la igualdad de oportunidades, para romper las desigualdades sociales, para el desarrollo cultural de los hombres. Hoy más que nunca estamos convencidos que CON LA DEMOCRACIA SE COME, SE CURA Y SE EDUCA. Sin un gobierno que garantice las libertades individuales, no hay forma de llegar a tales objetivos. Eso nos lo enseñó ALFONSIN, en concordancia con los otros líderes y próceres radicales.
Le queremos agradecer por el juicio a las juntas. Por hacer lo que nadie hizo en ningún lugar del mundo, en ningún momento de la historia. Por hacer lo que nadie hubiera hecho. Juzgó a los responsables de un genocidio, a los asesinos que usaban la estructura estatal como herramienta de persecución. Y lo hizo cuando estos genocidas estaban en funciones, con la sangre aún joven y con sus cuerpos erguidos. Eso señores es, hablando mal y pronto, TENER HUEVOS, es remarcar que el fin del Estado es personalista, que debe proteger a la persona y garantizar sus libertades sin importar color político. El y nuestro partido lo entendieron así. Cuando otros partidos populares agarraban las armas, él (como Illia) agarró la constitución.
También le vamos a agradecer su lucha por revalorizar la educación durante su gestión presidencial. Por reabrir las facultades para el pueblo, por reivindicar los principios reformistas. Por el alto presupuesto a la educación, entendiendo que este medio es la única manera de cortar con la cadena de pobreza, como él nos enseñó.
Por su lucha contra los grandes monopolios, la Unión Industrial, los sindicatos, la Sociedad Rural y la oposición desleal, que no entendieron, o no quisieron entender los fines de su gobierno. Por evitar, pese al FMI y los sectores de ultra derecha, que se instalara en nuestro país un sistema que luego comprendimos mejor que nadie que para lo único que servía era para concentrar poder económico en unos pocos y llevar a la miseria a muchos.
Gracias por bancar 3 levantamientos carapintadas y por hacer todo por conservar la democracia. Por poner la cara frente a hombres de armas, sin otra arma que la Constitución.
Creo que si nos ponemos a agradecerle, nunca terminaríamos. Raúl fue un gran político y un gran hombre. Simplemente un buen tipo. Todos coinciden en eso: un buen tipo, común a primera vista, pero diferente en su formación, capacidad, buenas ideas y coraje. Un buen tipo que fue un gran Presidente.
RAUL: nosotros como jóvenes que somos seguiremos tu sendero. Vamos a lograr la igualdad de oportunidades, vamos a romper con la desigualdad y vamos a conservar la democracia que nos dejaste. La vamos a terminar de perfeccionar como vos querías.
GRACIAS ALFONSIN, SIEMPRE SERAS NUESTRA BANDERA.
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